viernes, 3 de septiembre de 2010

La locura

Llegó como de ningún lugar. Nadie la había visto antes, nadie podría olvidarla. Nadie que la vio la volvió a ver. Algunos pensaban que no era real, otros empezaron a creer en la existencia de Dios. Hubieron quienes decidieron dejar la vida para buscarla en el más allá.

Nadie supo jamás su nombre, poco importaba. Mirarla a los ojos era un éxtasis insoportable, cuando uno abandonaba sus ojos el mundo era tan vació y trivial, hombres y mujeres se hundían en la profunda angustia y depresión. Todo perdía sentido. Nadie nunca pudo verla dos veces. Algunos dicen que Don Julio, tuvo el privilegio de volver a verla, nadie volvió a verlo a él.

Aseguran que se la veía en las oscuras noches de invierno, caminar descalza por la mitad de la calle, nunca en el mismo lugar.
Los más incrédulos, sostienen que nunca existió, los más optimistas salen cada noche a su encuentro. Otros sustentan que anda en busca de su amor perdido y los que la vieron afirman que ella es la locura disfrazada de mujer.

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