jueves, 22 de julio de 2010

Normita y las malas lenguas

Las malas lenguas tiene mala reputación, eso es indiscutible, lo discutible del asunto es si realmente son malas. Quién no quiere tener una mala lengua especialmente si es de una mujer hermosa; O quién no quiere tener una lengua especialmente si es de una mujer, o quién no quiere tener una lengua especialmente o también, por qué no, quién no quiere tener una lengua y algunos pensaran; quién no quiere tener una...

Doña Norma era una pomposa mujer que ya había olvidado sus abriles como lechos de amor por los cuales había despilfarrado montañas de placer.
Dicen que dicen, que hacía todo tipo de atrocidades con su lengua y en el barrio, las malas lenguas hablaban pestes de la lengua de Doña Norma; los que hablan maravillas eran las caras de los tipos, en un aura de placer inmaculado como si el propio Dios les hubiese prometido la vida eterna.

La realidad es que las malas lenguas no son tan malas, aunque su reputación diga lo contrario. Pero la moral burocracia que ejercía el barrio no tuvo más remedio que llevar a la lengua de Normita a la corte. le querían cortar la lengua.

Hubo una manifestación de las mujeres nucleadas en la agrupación “Frígidas Intransigentes”; dirigidas al centro de la cuidad con pancartas y cánticos en contra de la pobre e inocente Doña Normita; no tardó demasiado en armarse una contramarcha por la mayoría de los hombres del barrio, estos debieron salir encapuchados, ya que,la mayoría de sus mujeres se encontraban en la otra marcha.
Finalmente el corte de la lengua de Norma no se hizo y la mandaron a la corte, a la corte suprema a declarar….

La vieja de lengua ágil tuvo que declarar en el juzgado primero (y único), allí sin demasiado rodeos y con algunos pelos en la lengua, sentenció, ante las preguntas incriminatorias de la jueza, que el comportamiento de su lengua era excelente y altruista, benevolente; "sino pregúntele a su marido” culminó. La astucia de la jueza, cornuda desde ahora en adelante llevó a Norma a la cárcel por desacato a la autoridad y adulterio.

Los muchachos de la marcha la despidieron al grito de ¨”Normita normita” a coro tipo hinchada de fútbol e inmediatamente construyeron un monumento en la plaza principal con la legua de Normita y un cartel que decía “ gracias por tanto placer”….
Hoy a 50 años de aquél episodio Normita sigue haciendo creer algunos hombres que Dios existe.

lunes, 19 de julio de 2010

Duda...

Yo sabía que ella era mi felicidad...
lo que no sabía era si quería ser feliz.